Juan Carlos Eguillor

La historia de Eguillor es la historia de un bilbaino que no nació en Bilbao pero que sin Bilbao no se entiende su historia como tampoco hitos claves de la historia reciente de Bilbao.

Hablamos de Juan Carlos Eguillor Uribarri (Donostia-San Sebastián, 1947- Madrid, 2011), bilbaíno de adopción, pero también donostiarra y malasañero. Todo un referente cultural de la ilustración (Premio Nacional de Ilustración Infantil) y el cómic de este país.

La cultura vasca era un referente inmediato en su trabajo como ilustrador, el Pop Art una influencia evidente, el Expresionismo y el arte de las Vanguardias Rusas también formaban parte de su día a día, sin dejar de lado las nuevas tecnologías. De hecho, en los últimos años de su vida estaba sumergido en la pecera de Second Life y obsesionado con crearse un mundo propio”, nos comenta el diseñador e ilustrador Íñigo Cobeaga, sobrino de Juan Carlos y hermano de Borja, el cineasta.

Las posibilidades de las nuevas tecnologías y su aplicación a la expresión gráfica y audiovisual fue algo que interesó mucho a Eguillor. Ya en los 80 realizó vídeos experimentales como “Bilbao la Muerte” (1982), “De Imaginarium” (1985), “Menina” (1986) o “Poeta en Nueva York” (1987). Tal vez, una forma de expandir su desbordante creatividad más allá del papel.

Su mirada tierna, escéptica y cruel, tal y como define Borja la actitud de su tío frente a la realidad, nos dejó maravillosos recortables de Massiel o Miguel Bosé en el semanario infantil “Pequeño País”, pero también ilustraciones, tiras cómicas, cuentos (“La ciudad de la lluvia”, publicado en 1984, fue seleccionada como una de las 100 mejores obras de la literatura infantil española del siglo XX), portadas de libros y discos, escenografías, guiones, vídeos, animaciones con ordenador, cabeceras y entradillas de programas televisivos (Gurruchaga fue uno de los afortunados), considerados hoy fetiches de coleccionistas.

Son pequeñas joyas de “humor como venganza a la realidad” (tal y como las describía el propio Eguillor) que no son difíciles de conseguir o encontrar, dado su prolífico carácter. Un sinfín de trabajos que incluye nombres como Bernardo Atxaga, Lolo Rico Iván Zulueta y Carmen Martín Gaite, y referencias como Cocteau, Resnais, De Pellaert, Fellini o los hermanos Marx.

Pero el líquido primigenio fue el cómic. “El interés por el cómic, como medio de expresión y comunicación, se despertó en Eguillor tras la lectura del libro de Luis Gasca, ‘Tebeo y cultura de masas’ (1966). Pionero en la difusión del valor cultural del cómic en España, Gasca posibilitó el acceso de Eguillor al diario El Correo Español-El Pueblo Vasco para la publicación, en tiras semanales, de las aventuras de Mari-Aguirre, entre 1968 y 1969”.

Y con la disparatada y erótica Mari-Aguirre también vinieron Tartarela y sus bizarros encuentros con Gracita Morales o Drácula, la sádica Tundra de Tatundra; el poeta de la era atómica, Guy de Atocha y Txangurro Marx (marxismo, facción Groucho), entre muchos otros personajes cuyas historietas dejaban entrever un atisbo de crítica y compromiso social.

Eguillor, sin duda, marcó su impronta en medios como “Triunfo”, “Egin”, “Diario 16”, “El País” y “Euskadi Sioux”, pero sobre todo en la historia del cómic en España. (Texto de Inma Flor en Yorokobu)

Sus principales personajes

Miss Martiartu

Mari Aguirre

La abuelita

Max Bilbao

El hombre del paraguas
Potolos

Sus huellas en la Villa

Cartel

Eguillor fue el autor del cartel de la primera Aste Nagusia del año 1978 que supuso el inicio de una forma de concebir las fiestas que rompían con lo que había hasta ese momento.

El Ayuntamiento decidió en el año 2016 inmortalizar el cartel con un mural de cerámica realizado por Jose Sainz de Ocariz ‘Jota’, situado en la fachada de la antigua Laboral Kutxa, hoy Hotel NYX, en la confluencia entre la calle Correo y El Arenal, que reproduce el primer cartel de Aste Nagusia de 1978.

Mural

Por iniciativa del Ayuntamiento, en el año 2018, se coloca este mural con el título «El Bilbao de Eguillor» obra de José Ibarrola en una de las entradas de la Plaza Nueva (la de la calle Correo)

Pañuelo de fiestas

El lapicero de Eguillor puso un toque surrealista al escudo de Bilbao, cubriéndolo con boina y poniéndole piernas, y el pañuelo de fiestas, de color azul Bilbao, estuvo listo para la cita de agosto. En 2012, 34 años más tarde Bilboko Konpartsak rescata el pañuelo original, y reconvierte el diseño del escudo con boina en pin y en cabeza de la cuadrilla de cabezudos que animará los pasacalles de las fiestas de Bilbao.

Escudo

También se ha realizado un Cabezudo con este escudo tan peculiar

Cabezudo

o el pin

Pin

Premio Internacional de Poesía Visual

El Premio Internacional de Poesía Visual Juan Carlos Eguillor, instituido por la Asociación de Escritores de Euskadi /Euskadiko Idazleen Elkartea, reconoce el trabajo de poetas, diseñadores, fotógrafos, pintores y artistas relacionados con la poesía y la imagen.

Lo que nació como un proyecto ilusionante de un grupo de poetas vascos, se está convirtiendo en un ambicioso movimiento colectivo que a través de metáforas, belleza e ingenio, hace visibles realidades y sueños escondidos.

La agudeza de su mirada, la ironía con la que enfocan su entorno y la sensibilidad de sus propuestas, evidencian las contradicciones de la sociedad moderna e invitan al espectador a la reflexión o a la sonrisa.

La poesía visual nos hace más libres, más rebeldes y más lúcidos. Por ello les invitamos a que disfruten de esta muestra, que es un placer para los ojos y el alma. (María Eugenia Salaverri Presidenta de la Asociación de Escritores de Euskadi)

Jose Antonio Agirre

José Antonio Aguirre y Lecube (Bilbao, 6 de marzo de 1904-París, 22 de marzo de 1960) fue un político español, militante del Partido Nacionalista Vasco, primer lendakari del Gobierno Provisional del País Vasco, así como consejero de Defensa de aquel primer ejecutivo, labor que asumió durante la guerra civil española. Durante su mandato, el Gobierno Provisional combatió del lado de la Segunda República y se creó el Ejército vasco (Euzko Gudarostea)

Jugador del Athletic Club entre 1921 y 1925

Abogado graduado en la Universidad de Deusto en 1925 y militante del PNV, antes de lehendakari fue, apenas instaurada la Segunda República española, elegido alcalde de Guecho.

A la muerte de su padre, se hace cargo de la fábrica familiar de chocolates (Chobil).

Aguirre interviene decisivamente en los intentos fallidos de redacción de un Estatuto vasco en 1931 y 1932, en los que se planteaba la autonomía, e incluiría a Navarra.

El 5 de noviembre de 1933, dos semanas antes de las elecciones generales del 19 de noviembre, se celebra un referéndum en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, que somete a consulta un nuevo texto de Estatuto, el cual definitivamente abandona la inclusión de Navarra. El texto es aprobado por abrumadora mayoría (459 000 votos a favor, 14 000 en contra),​ aunque en Álava los votos favorables no alcanzan el 50 % del censo electoral.

La disolución de las Cortes Republicanas para celebrar las elecciones generales y luego las reticencias del Gobierno radical​ y la posición contraria del Partido Carlista a la incorporación de Álava al proceso estatutario​ van a contribuir a bloquear el Estatuto hasta el 1 de octubre de 1936, desatada ya la Guerra Civil. En esa fecha tuvo lugar la última sesión de Cortes democráticas republicanas que se celebraría en Madrid, y en la que se aprobaría el Estatuto Vasco. Aguirre pronunció un emotivo discurso en el que, además de proclamar su lealtad al Gobierno, condenaba el reciente golpe militar y el fascismo internacional

El 7 de octubre siguiente, en una votación en la que participaron los concejales vizcaínos y algunos de los ediles guipuzcoanos y alaveses (en Álava, como en Navarra, había triunfado la sublevación, y para esa fecha, la práctica totalidad de Guipúzcoa estaba ya en manos de los rebeldes), en la que cada uno de ellos representaba tantos votos como había obtenido en los últimos comicios municipales, José Antonio Aguirre y Lecube fue elegido lendakari. Tras un acto religioso en la basílica de Begoña, en el que juró fidelidad a la fe católica, a las enseñanzas de la Iglesia, a su patria y al partido, se desplazó a Guernica y Luno para realizar, ante su simbólico árbol y en euskera, el famoso juramento de su cargo

Formó un gobierno de concertación, en el que estuvieron presentes nacionalistas, socialistas, comunistas y otros sectores republicanos, no sin tensiones entre ellos, que solo desplegó sus poderes en Vizcaya durante unos meses, hasta la caída de Bilbao.

En junio de 1937, las tropas franquistas rompen el conocido Cinturón de Hierro de Bilbao y entran en la capital vizcaína, gracias a la traición de Alejandro Goicoechea. Aguirre traslada su gobierno a Trucíos antes de poner rumbo a Santander y, posteriormente, a Cataluña, donde estaba dispuesto a seguir luchando con sus hombres. Mientras tanto, el dirigente nacionalista vasco Juan de Ajuriaguerra pacta una rendición en Santoña con los italianos (Pacto de Santoña), que no será admitida por Franco.

El primer lendakari de la historia huye a Francia tras la guerra con la ayuda de diplomáticos venezolanos. Hasta 1940, sostendrá el Gobierno Vasco en el exilio en París. Tras la invasión alemana de Francia logra huir a Bélgica, donde, con el canal de la Mancha bloqueado, comenzará una odisea para escapar de la Gestapo, que lo llevará desde Dunquerque a Bruselas, pasando por Berlín, bajo identidad panameña, y de allí a Suecia, donde embarcará finalmente rumbo a América, llegando a Río de Janeiro el 27 de agosto de 1941. Aún bajo identidad falsa, permanecerá varios meses en Brasil, Uruguay y Venezuela, hasta que el Gobierno de los Estados Unidos le autoriza a residir legalmente en su país. Así, se traslada a Nueva York, presidiendo la sede del Gobierno Vasco en el exilio; Aguirre permaneció allí hasta 1946, ejerciendo al mismo tiempo como profesor en la Universidad de Columbia.

En 1946, regresa a Francia, en donde se constituye nuevamente el Gobierno Vasco. Aguirre participa en la creación de la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, que llega a atraer 50 000 adherentes, entre ellos personalidades religiosas, como los cardenales Verdier y Griffin, políticos, intelectuales, artistas y escritores.

Participó en el Congreso de La Haya, donde los líderes europeos discutieron sobre la idea de una Europa unida y federada, y allí promovió su idea de una unión de los pueblos de Europa. El Gobierno en el exilio promoverá las masivas huelgas que sacudieron el País Vasco en 1947 y 1951. Después de estos incidentes, en junio de 1951 el Gobierno francés confisca las oficinas del Gobierno Vasco, en la avenida Marceau de París, y las entrega a los representantes de la dictadura franquista. En 1954, el ministro del Interior, François Mitterrand, prohíbe las emisiones de Radio Euzkadi.

El Gobierno Vasco en el exilio estuvo lejos de lograr sus objetivos. Sus políticas para ganar el apoyo de las democracias occidentales contra el franquismo lo llevaron a colaborar con el FBI estadounidense durante la guerra y hasta a expulsar a los miembros comunistas del Gobierno para no irritar a los estadounidenses. El Gobierno de los Estados Unidos vio que Franco era mucho más útil para sus propósitos durante la Guerra Fría y el ingreso de la España franquista en las Naciones Unidas en 1955 será un duro golpe para el Gobierno en el exilio. El único representante español en las Naciones Unidas había sido el delegado del Gobierno Vasco, Jesús de Galíndez, hasta su asesinato.

No obstante, hoy día se reconoce la influencia que la lucha de los diversos gobiernos autonómicos en el exilio ha tenido en las negociaciones, después de 1977, de los Estatutos de Autonomía de Cataluña, País Vasco y Galicia. Esa lucha reflejó la legitimidad histórica y jurídica que dichos estatutos habían adquirido durante la República, la cual fue preservada durante el franquismo por los gobiernos en el exilio de esas regiones.

El lendakari murió de un ataque cardíaco el 22 de marzo de 1960. Sus restos fueron trasladados al pueblo vascofrancés de San Juan de Luz, en los Pirineos Atlánticos, donde fueron enterrados. (Wikipedia)

Su huella en la ciudad

Calle

Una larga Avenida que atraviesa los barrios de Deusto y San Ignacio

Estatua

Obra de Francisco López Hernández del año 2004. Ubicada en la Plaza Moyua al inicio de la calle Ercilla

Placa

En su casa natal, calle de La Cruz

Joseba Solozabal

Poco ha debido de cambiar la mirada de Joseba Solozabal desde que de niño soñaba, en su Deusto natal, con ser periodista. Desde entonces siempre tuvo claro que su prioridad era la de ser feliz y no famoso, por eso siguió el camino de la coherencia, coherencia con unos valores e ideales, los suyos. ¡Qué difícil en estos tiempos! Ahí radica el éxito de este comunicador nato, quien es cronista oficial de Bilbao, en la autenticidad que desprende. Porque más allá de su frivolidad, bendita frivolidad que todo lo relativiza y endulza, Joseba es un devorador de información, consciente que estar al cabo de la calle es fundamental para tener una opinión formada y un criterio que le avala como profesional. Un periodista que decidió quedarse en Bilbao porque ama lo que hace y ama su ciudad, más txirene que Don Diego, al quien deja de piedra con sus modelos y peinados. Y es que Joseba es libre, dentro y fuera del plató, lo que alguna vez le ha costado meterse en jardines, más frondosos que los de Albia. Pero a él le da igual, es parte de su naturaleza, de esa que le hace implicarse en diferentes causas, si las cree de justicia defender. 

Encumbrado en el star-system botxero, décadas de enorme trabajo le avalan, desde la radio donde comenzó y que nunca dejó de lado hasta una tele, Telebilbao, que le otorgó la popularidad total. Allí le podemos encontrar cada noche, desde los años 90, en prime time, cogiendo el pulso a la actualidad y haciendo ciudad, ¡qué labor tan importante en esta época de globalización! 

Siempre apoyando a los comerciantes, a los artistas, a la cultura, a todos los sectores de la Villa, dejando siempre un micro y una cámara abierta para que cada ciudadano y ciudadana que quiera contar su historia lo haga de una manera libre. Para hacer ciudad en definitiva porque el siempre lo ha tenido claro, Bilbao es una gran ciudad, no una ciudad mas de provincias. Y lo es gracias a personajes como él, independientes, libres, transgresores, aperturistas y respetuosos.

Sus seguidores conforman un colectivo multicolor y transversal que va desde las señoras de cierta edad, que le aman, hasta los más jóvenes, no hay edad, clase social y target que se le resista. Seguramente porque ha conseguido hacer valer aquello de que la calle no se calla.

Él ha entrevistado a todo el mundo, desde lehendakaris a futbolistas, desde Ana Obregón a Raphael. Y luego, es lo que tiene, le piden su teléfono porque quieren ser su amigo. En agosto pulveriza el share de pantalla con su programa de fiestas de Bilbao. Y sus llamadas en directo son pura antología de la televisión. (Texto de David Sáenz en su blog «La Ruta»)

Pocos bilbainos pueden decir que han sido reconocidos con ser «Farolín» en los Carnavales del año 2004 y «Pregonero» en la Aste Nagusia del año 2009. «Tomatero de Honor» otorgado por la Agrupación Comercial y Empresarial Deusto Bizirik en el año 2010. En el año 2015 la Konpartsa Moskotarrak le galardonó con su «Gigante de Bilbao«. En el 2017 recibe el Premio de la Asociación de Profesionales de Radio y Televisión de Euskadi.  «Personaje solidario» otorgado por Lions Club Bilbao en el año 2020.

Tiene un programa en Radio Nervión «Vaya Domingo» pero su programa fetiche y el que le ha dado la fama de bilbaino txirene es «La Kapital» en Telebilbao por donde pasan todos los políticos de la villa, los artistas que nos visitan y todos cuantos tienen algo que decir en la villa.

Marquesa de Parabere

Siendo sus recetas precisas, no sucede lo mismo con su fecha de nacimiento. Casi todas las biografías apuntan al año 1887. Pero en los registros sacramentales de Bizkaia podemos leer: «indica en la partida de bautismo el Cura Ecónomo de la Parroquial de San Vicente Mártir, trasladada accidentalmente a la Iglesia del Convento de las Religiosas de la Merced». Y añade que recibió agua bendita el 7 de enero de 1878. Bailan por tanto año, día y mes. Pero lo que no cambia es el lugar. Bilbao. La tierra en que nació María Manuela Eugenia Carolina Mestayer Jacquet. Hija, y repito los datos y la grafía que aparecen en los registros, de Eugenio Mestayer Demeller y Maria Jacquet Delasalle. Es lo poco que genera dudas. Porque si algo está claro es que se trata de una de las personas más destacadas de nuestra Historia. Lo que, siendo mujer y en aquellos días, merece doble aplauso. Por eso nunca está de sobra recordar su figura.

Hay quien apunta maneras desde el principio. No fue el caso de María. Apenas sabía del arte de los fogones. Siendo su padre el cónsul francés y su madre hija de un poderoso banquero no parecía necesitarlo. Pero a los 23 años se casa con Ramón Echagüe Churruca, descendiente del científico de Motriko y héroe de Trafalgar, Cosme Damián Churruca.

Y pese a la intensa vida social, propia de su estatus, había algo que no soportaba. Que su marido se sentara a diario en mesas ajenas como las de la laureada Sociedad Bilbaina.

Azuzada por el orgullo decidió aprender los secretos de la cocina. Y lo hizo sumando la gastronomía autóctona con lo visto y degustado en sus viajes por la vieja Europa. Cuentan en ciertos mentideros de nuestra villa que el indescriptible bon vivant y agitador cultural Pedro Eguillor tuvo mucho que ver con su decisión de poner las recetas en negro sobre blanco. Empezó con sus seguidas columnas, firmadas bajo el seudónimo de Marichu. Pero su gran éxito llegaría con otro. El que nació de la admiración que sentía por la escritora francesa Gabrielle Anne de Cisternes de Courtiras, conocida por el sobrenombre ‘La Comtesse Dash’.

Una de sus apasionadas novelas hablaba de La Marquise de Parabère. Y ese fue su seudónimo desde entonces. El que ha llegado hasta nuestros días. La mismísima Westinghouse le regaló, dada su creciente fama, el primer frigorífico que llegó a Bilbao. Pero, pese al aplaudido arranque, no fue nada fácil el camino. No todo el mundo veía con buenos ojos que una mujer de su posición y con ocho hijos pasara el día entre pucheros. Así que decidió hacer las maletas y abrir un restaurante en Madrid. Lo logra el 10 de abril de 1936. No podía imaginar que tres meses más tarde estallaría la Guerra Civil. En ese dramático verano su casa de comidas ‘Parabere’ es incautada por la CNT y pasa a ser la camarada marquesa. Dos años después de que las bombas terminaran, en 1941, se traslada al barrio Salamanca. Pero no eran buenos tiempos para comer en mantel elegante. Cierra en 1944. Volver a Bilbao tampoco era buena opción. Las tropas franquistas habían dejado su casa arrasada. Así que no le queda otra que volver a empezar. Y fue en aquellos días grises de postguerras cuando nació su gran obra. Una enciclopedia de la cocina que pasaría a los anales de la gastronomía y más allá.

Pena que su eterna compañera de viaje, una maldita diabetes, acabara con ella. Era el 20 de noviembre de 1949. Moría la mujer, surgía la leyenda. Pregunten a las madres y abuelas de su familia o en los restaurantes con más estrellas que el firmamento. Sus recetas siguen siendo de lectura obligada para quien quiera enfrentarse a un plato vacío. De hecho este artículo surgió hace unos días cuando un buen amigo, amante de la cocina, me envió un mensaje de voz desde la lejana Brasil. Acababan de emitir un documental sobre ella. Y confesaba que, mirando a quienes lo acompañaban en ese momento, proclamó orgulloso. «Que sepáis que la Marquesa de Parabere era de Bilbao». (Texto de Jon Uriarte en el Correo)

Ángela Figuera

Ángela Figuera Aymerich nació, en 1902, en Bilbao, el seno de una familia acomodada bilbaína que no aceptó de buen grado que estudiara Filosofía y Letras en Madrid. Después de licenciarse obtuvo plaza en un instituto de Huelva, donde le sorprendió el estallido de la Guerra Civil. Tras la derrota del bando republicano, al que apoyaron tanto ella como su marido, Figuera se trasladó a Soria donde inicia la publicación de su obra literaria en 1948. Desarrolla, por tanto, su labor creativa durante las décadas de la dictadura con más férrea censura.

En 1948, animada por su marido, llevó a imprenta el que fue su primer libro, Mujer de barro, al año siguiente publicaba Soria pura, un homenaje a la melancólica ciudad castellana. Durante los años de la posguerra, Ángela Figuera descubrió la miseria extrema, el hambre, la desolación en que los vencedores habían sumido a los vencidos. Su poesía empezó a tornarse amarga, descreída, urgente. Publicó Vencida por el ángel y, poco después, vieron la luz El grito inútil (1952), Los días duros (1953) y Vísperas de la vida (1953). Belleza cruel, publicado en México en 1958, fue su libro más conocido y apreciado, pero Toco la tierra (1962), dejaba traslucir un cierto cansancio que fue detectado por la crítica. En adelante, tan sólo publicaría algunos poemas sueltos y el libro de relatos Cuentos tontos para niños listos (1980). Tras su muerte, en 1984, después de una larga enfermedad, llegó a las librerías la que fue su última obra, Canciones para todo el año.

Sus huellas en la villa

Placa en su casa natal

Juan de Ajuriaguerra 13

Calle

Premio de Poesía

A partir del año 2021, el Premio de Poesía que otorga el Ayuntamiento, y que hasta ese año era el Premio Blas de Otero, pasa a denominarse Premio de Poesía Blas de Otero/Ángela Figuera

Día conmemorativo

En 2008 el Ayuntamiento institucionalizó un día anual de Ángela Figuera para contribuir a dar a conocer su vida y obra poética, desconocida para el gran público. El Ayuntamiento de Bilbao quiere de esta forma reconocer y recordar a una de las principales poetas vascas, perteneciente al grupo de poetas de la posguerra, la llamada generación del 36, muy marcada por la Guerra Civil y la posterior Guerra Mundial. A la vez, visibiliza a esta bilbaina que, como muchas mujeres de su época, por razones de género quedó relegada dentro su grupo poético al que pertenecía y del cual formaban parte autores vascos como Blas de Otero o Gabriel Celaya.

Rafaela Ybarra

Rafaela de Ybarra (16 de enero de 1843 – 23 de febrero de 1900) fue una mujer y madre de familia perteneciente a la alta sociedad de Bilbao que, con el consentimiento de su marido José Vilallonga, fundó la Congregación de los Santos Ángeles Custodios. Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en 1984 y actualmente se encuentra en proceso de canonización.

Rafaela de Ybarra nació en la calle Ribera de Bilbao en 1843 en el seno de una familia católica, como Rafaela María de Ybarra y Arámbarri.​ Sus padres fueron Gabriel María de Ybarra y Gutiérrez de Caviedes y María del Rosario de Arámbarri y Mancebo.

Contrajo matrimonio con José de Vilallonga y Gipuló, el 14 de septiembre de 1861.

Como dama de la alta sociedad, acudía a dar limosna a los pobres con finos guantes de seda para no mancharse las manos, hasta que se dio cuenta de que ese no era el camino para ayudar a los necesitados. Cambió sus trajes de seda por ropa humilde y, al margen de lo que se esperaba de ella se dedicó a atender principalmente a la infancia y juventud femenina.

Promovió pisos para acoger a las niñas y jóvenes desamparadas de las familias adineradas en plena industrialización de Vizcaya y talleres para su formación y sustento; al mismo tiempo, impulsó la creación en Bilbao de numerosas Instituciones de protección a la mujer.

El 8 de diciembre de 1894, en un pequeño piso de Deusto, Rafaela Ybarra y tres jóvenes entusiastas se comprometieron a actuar como madres y educadoras de aquellas niñas y jóvenes. Ya que su misión se asemejaba a los Ángeles Custodios, tomó ese nombre para su nueva fundación, que en 2011 contaba con 35 casas repartidas por España y América.

El 2 de agosto de 1897 se puso la primera piedra del Colegio Ángeles Custodios de Zabalbide en Begoña, (también anexionada a Bilbao en 1925), para quedar inaugurado definitivamente el Colegio el 24 de marzo de 1899. Fue la primera Casa Madre de la Congregación de los Santos Ángeles Custodios, que sirvió de modelo a las que más tarde se levantaron. ​

La Beata Rafaela murió el 23 de febrero de 1900 sin poder ver consolidada su obra. Sus restos permanecen en el Cementerio de Derio en el Panteón Familiar de los Vilallonga

Su principales huellas en la villa son

CALLE

LAS CASA DE LA CAVA

Foto de Pablo Viñas

EDIFICO ROSA (MUSEO)

Foto de la web de la Residencia
Foto de la web de la Residencia

EDIFICIO GRIS (RESIDENCIA Nª SEÑORA DEL ROSARIO)

Foto de la web de la Residencia
Foto de la web de la Residencia

Las casas de La Cava son dos edificios casi idénticos, construidas en 1869, años fecundos. Eran los tiempos del auge de los Altos Hornos, a mediados del siglo XIX, cuando Bilbao se convirtió de repente en un polo de atracción con ofertas abundantes de trabajo y un creciente ritmo de la población.

En 1868, la reina Isabel II fue depuesta por un golpe de estado militar que dio paso a la primera Constitución democrática española (1869), al establecimiento de una monarquía democrática (1870-1873) y a la proclamación de la I República (1873). El 21 de octubre de 1868 se promulgó una nueva Ley de Ayuntamientos con la introducción del sufragio universal masculino, que supuso un avance en la democratización de los ayuntamientos. En Bilbao se inició con la elección de Félix Aguirre como primer alcalde democrático electo por sufragio universal masculino.

En 1869, el nuevo ayuntamiento democrático consiguió que el Gobierno central aprobara la expansión jurisdiccional de la Villa en detrimento de Abando y Begoña, primer eslabón para emprender un ensanche urbano dirigido desde el Ayuntamiento de Bilbao.

Fueron, además, tiempos convulsos. Este periodo estuvo sacudido por la II Guerra civil carlista (1872-1874), en la que de nuevo Bilbao fue sitiada desde diciembre de 1873. La resistencia al ataque de las tropas carlistas, durante la alcaldía de Felipe Uhagón, reafirmó su título de «Invicta». La liberación del sitio, por el general Concha, el 2 de mayo de 1874, se convirtió en un referente de la visión liberal de la ciudad.

Buscando un sitio para vivir más sosegado, Gabriel Ybarra y su yerno José Vilallonga, marido de Rafaela de Ybarra, decidieron edificar estos palacetes en lo que entonces eran las afueras de la ciudad, a los que entraron a vivir en otoño de 1869. Gabriel, con su esposa Rosario Arámbarri, y los tres hijos aún solteros, se instalaron en el de la derecha, mientras don José y Rafaela, con sus tres primeros hijos, ocuparon el de la izquierda.

Era un paraje inhabitado y agreste en la margen derecha de la ría del Nervión que, por no estar encauzada aún, extendía sus aguas libremente por sus orillas. La margen izquierda -también salvaje- pertenecía a la república de Abando.

Las casas resultaron casi gemelas, pero la de los Vilallonga tiene un saliente exterior un poco ochavado que le da elegancia y permite la ubicación adecuada del oratorio en la segunda planta. Está coronado por una cúpula que, en su tiempo, tenía las aristas cubiertas por tejas vidriadas de color verde. La escalera exterior que da acceso directo al salón principal de la casa le da un aspecto muy señorial. Se situaron en lo que entonces eran las afueras de la ciudad, en un paraje de huertos y cultivos, deshabitado, de la margen derecha de una ría todavía sin encauzar como búsqueda de un lugar tranquilo en el que vivir.

Pocos años pudieron disfrutar de tan hermoso lugar, porque en el año 1873 estalló la segunda guerra carlista (la tercera para Bilbao) y las mujeres y los niños de muchas familias pudientes huyeron a Santander, donde tuvieron que permanecer tres años completos. Mientras tanto las tropas carlistas tomaron por asalto las dos casas, convirtiéndolas en su cuartel general.

En Santander, ya en 1875, falleció de manera inesperada Rosario Ybarra, hermana de Rafaela. Contaba solamente 28 años de edad y dejaba cinco hijos huérfanos. El mayor sólo tenía ocho años. La desgraciada madre, en su lecho de muerte, le pidió a Rafaela que cuidara de sus hijos, cosa que ésta cumplió durante toda su vida.

Rodeadas de amplios y hermosos jardines, siguen una arquitectura de reminiscencias barrocas. En el interior se puede disfrutar de trabajados detalles señoriales como el amplio vestíbulo con zócalo de madera oscura, iluminado por una delicada vidriera; el despacho del marido de Rafaela, que conserva muebles originales; o el salón para reuniones y fiestas que aún conserva dos consolas doradas y una sillería de estilo Luis XV.

Para que dieran continuidad a su obra, en 1927 ambas casas pasaron a manos de la Congregación de los Ángeles Custodios, de la que la beata bilbaína fue su fundadora. En ese mismo 1927 la señora doña Rosario Zubiría Ybarra, propietaria de la casa que fue de don Gabriel, donó este edificio a la Congregación de los Ángeles Custodios para que la dedicaran a su Obra. Les dejó además un legado pecuniario para este mismo fin. Con una parte de este legado se pudo comprar a la familia Vilallonga la casa donde había vivido Rafaela, y que era un verdadero tesoro para sus Religiosas. Así, en 1928, quedó establecida en ella la Curia General del instituto. Luego, ya en 1946, se le añadió a la Casa Colegio, por la parte cercana al monte, un edificio para capilla y como ampliación de lo ya existente, obra del arquitecto Ignacio Landecho Velasco. Se le colocó una imagen de Nuestra Señora del Rosario en la fachada –titular del Centro– en memoria y agradecimiento a la generosa donante.

En la actualidad la casa de la derecha se ha reconvertido en una residencia de estudiantes, la Residencia Nª Señora del Rosario, y la de la izquierda, la residencia de Rafaela Ybarra, se mantiene como casa museo. Tras sus muros aún se respira el que fuera el lema vital de Rafaela, ese “Nunca os canséis de hacer el bien” que tan a menudo repetía. (Texto de Jon Mujika en Deia)

Imagen de Google
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DOCUMENTAL BIOPIC

Sabino Arana

Sabino Arana Goiri (Abando, 26 de enero de 1865-Pedernales, 25 de noviembre de 1903) fue un político, escritor e ideólogo, considerado el padre del nacionalismo vasco. Él se llamaba a sí mismo Arana ta Goiri’taŕ Sabin, aunque actualmente se le conoce como Sabino Arana.

Nacido en la casa familiar situada en la calle Ibáñez de Bilbao, número 10 (antes «casa de Albia» y actualmente conocida como Sabin Etxea —casa de Sabino—), como el octavo y último hijo de Santiago de Arana Ansotegui y Pascuala de Goiri Acha, fue bautizado como Sabino Policarpo en la parroquia de San Vicente Mártir de Abando, localidad de la que había sido alcalde su padre. Debido a la colaboración de su padre en los preparativos del alzamiento carlista de 1872, Sabino y parte de su familia se exiliaron y se trasladaron a Francia, en donde pasaron más de tres años.

En agosto de 1873 marcha la familia a Lapurdi y, después de un accidentado viaje, en octubre, se quedan en Baiona, y comienza a estudiar en el colegio San Luis Gonzaga. En octubre de 1876 regresan a Abando y sigue sus estudios en el colegio de los Jesuitas de Orduña hasta 1881. Ya con 15 años se marca su profundo carácter religioso, pues albergaba la idea de ser Jesuita al terminar el bachiller. En los últimos meses de colegio contrae una grave enfermedad de la que tardará varios meses en recuperarse. En 1883 marcha a Barcelona para estudiar Leyes y se hospeda en la calle San Pablo.

Durante el periodo de 1887 al 92 escribe varios libros; el 30 de noviembre de 1892, sale a la calle “Bizkaya por su independencia”, como se dirá después, su primer «Irrintzi» de guerra. El 3 de junio de 1893 se reúne con 16 amigos en el caserío de Larrazábal para explicarles la nueva doctrina expuesta en su último libro. Una vez terminado el discurso que tenía preparado, se desató una gran polémica en la que le llegaron a tratar de loco y visionario, pero a los pocos días, esos mismos, se hicieron fieles y entusiastas seguidores del «Nacionalismo Vasco», bajo el lema que siempre defendió «Euzkotarren aberria Euzkadi da», «Euskadi es la patria de los vascos».

El 8 de junio de 1893 sale el primer número de “Bizcaitarra” que después de sufrir cuatro procesos, se cerró en septiembre de 1895. El primer acto colectivo del Nacionalismo para celebrar la fundación del «Euzkaldun Batzokija» se realizó en Arrigorriaga el 8 de julio de 1894, y el sábado 14 a las seis de la tarde fue izada por primera vez una Ikurriña tejida en lana, en los balcones del primer piso que se había alquilado para domicilio social en la calle Correo, esquina con el Bulevar.

El 28 de agosto 1895 es encarcelado por un proceso de denuncia de Filomeno Saltura, siendo condenado a un mes y once días de arresto mayor, a una multa de 125 pesetas y al pago de costas. Tuvo otros tres procesos por su publicación, y el 12 de septiembre fue clausurado por orden gubernativa, procesados los 110 socios y encarcelada toda la junta directiva. Al salir de la cárcel en 1896 funda con su hermano Luis la casa editorial «Bizkaya’ren Edestija ta Izkera-Pizkundia», «Renacimiento de la Lengua y la Historia de Vizcaya». El 2 de mayo funda el periódico «Baseritarra» nombrando como director a Teófilo de Guiard, tuvo carácter semanal siendo suspendido por el gobierno en el nº 18, el día 29 de agosto.

Sabino se presenta para diputado por el Partido Nacionalista Vasco en el distrito de Bilbao y, el 11 de septiembre de 1898, llega a la Diputación gracias a los cuatro mil quinientos votos conseguidos. El 4 de junio de 1899 edita junto con su hermano Luis «El Correo Vasco», diario que tiene que cerrarlo el 15 de septiembre del mismo año

El 2 de febrero de 1900 Sabino Arana se casó con Nicolasa Achica-Allende, una joven aldeana del pueblo vizcaíno de Busturia pobre e iletrada.

Proveniente de una familia carlista, fundó el Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), partido que dirigió y por el que llegó a ser diputado provincial de Vizcaya. Murió en 1903, a la temprana edad de treinta y ocho años, a causa de la enfermedad de Addison, dejando plasmada su ideología en 33 obras poéticas, 14 libros políticos y literarios y más de 600 artículos en prensa.

El legado de Sabino Arana continúa siendo polémico hoy en día. Ha sido muy criticado por sus detractores, que denuncian el fundamento racista, machista o xenófobo de su ideología. Los defensores de la figura de Sabino Arana aluden al contexto histórico de la época, en el que tales ideas eran dominantes no solo en el nacionalismo sabiniano, sino también en España y en prácticamente toda Europa. En cualquier caso, el legado de Arana en la historia del País Vasco es incontestable. Sabino Arana fue el creador de la ikurriña, del Eusko Abendaren Ereserkia (actual himno del País Vasco) y del término Euzkadi (que posteriormente se convertiría en Euskadi). También realizó numerosos estudios filológicos; recogió numerosas palabras del euskera popular y creó también numerosos neologismos en dicha lengua, en lo que él denominó euskara garbia (en español, euskera limpio). (Texto de Bilbao Izan y Wikipedia)​

Las huellas que persisten en la Villa

AVENIDA

Se le denomina así desde el año 1977 cambiando el anterior nombre que era Avenida Jose Antonio Primo de Rivera,

ESTATUA

La escultura en homenaje a Sabino Arana Goiria (1865-1903) se ubica en los Jardines de Albia de Bilbao. Fue inaugurada el 30 de noviembre de 2003 y fue costeada por los afiliados al EAJ/PNV con motivo del centenario de la muerte de Arana.

La escultura es obra de Xebas Larrañaga Odriozola, escultor azkoitiarra, que destaca por su formación clásica y su atención con las tendencias más vanguardistas.

En el caso de la escultura de Sabino Arana, ésta es una obra de algo más de dos metros de altura, que reproduce al político erguido, en posición de pasear, con una mano en el bolsillo y otra en el pecho, y mirando al horizonte. La escultura, vestida con traje, se alza sobre un pedestal en el que se puede leer una de las frases más conocidas de Sabino Arana: “Euzkotarren Aberria Euzkadi da” (Euzkadi es la patria de los vascos). La obra está fundida en bronce y se levanta justo al lado de la sede del EAJ/PNV, Sabin-Etxea. Localización llena de simbolismo ya que allí mismo se levantaba la casa familiar de los Arana, en la que nació el propio Sabino. (Texto de Ana Prado)

SABIN ETXEA

A la casa donde nació y vivió gran parte de su vida se le llamó Sabin Etxea. En diciembre de 1961 se derribó, con orden expresa del Gobierno de que no quedara el menor recuerdo del edificio, que nadie tocara los escombros, y que estos fueran arrojados al mar. Esto último no se realizó, pero fueron diseminados de forma que no se pudieron localizar. Posteriormente, en el mismo lugar, se edificó la actual sede del PNV.

Sabin Etxea (Casa de Sabino, refiriéndose a Sabino Arana) se encuentra ubicada en el número 16 de la calle Ibáñez de Bilbao, en el barrio de Abando de la villa de Bilbao y constituye la sede central del Partido Nacionalista Vasco.

Sabin Etxea está construida sobre el solar de la antigua casa de la familia de Sabino Arana Goiri y conserva en su interior algunos trozos o escombros como por ejemplo la barandilla metálica de uno de los balcones de la casa original.

En el año 1857 Santiago Arana Ansostegi, propietario de un próspero astillero en las orillas del Nervión y padre de Sabino Arana Goiri, decide construir un palacete de estilo neovasco para que haga las funciones de hogar familiar. En ella transcurrirá Arana la gran mayoría de su juventud y su madurez. Posteriormente, tras la proclamación de la Segunda República, el edificio fue alquilado y habilitado como «batzoki» (sede social del PNV) y sede central del Euzkadi Buru Batzar, a iniciativa de Luis Arana, hermano de Sabino. La nueva sede central del PNV sería inaugurada a comienzos de 1932.​ Se mantuvo en esta función hasta la Guerra civil.

En 1937, tras la conquista de Bilbao por parte de los franquistas, el edificio fue incautado por Falange. En el mismo se instalaría la sede de Auxilio Social en Bilbao, situación en la que se mantuvo durante varios años. En diciembre de 1960, siendo José Macián Pérez gobernador civil de Vizcaya, se decidió su derribo. El edificio sería demolido entre 1960 y 1961.​ El solar resultante quedó vacío durante décadas. Ya en la democracia se utilizó como lugar para la celebración de ceremonias conmemorativas.

En 1979 el PNV adquirió el solar vacío. En 1988 se retoma la idea de construir una nueva Sabin Etxea sobre el terreno que ocupara la original. Por tal motivo se convoca un concurso restringido e interno dirigido a arquitectos de EAJ/PNV para redactar un proyecto de edificio con la representación que requería el simbólico emplazamiento y la funcionalidad precisa para convertirse en sede del Euzkadi Buru Batzar y del Consejo Regional de Bizkaia. El proyecto elegido resultaría ser el del arquitecto alavés Koldo Eguren Zendoia.

Con un total de 7.993 metros cuadrados construidos el edificio consta de seis plantas de sótano, planta baja y cinco alturas, en las que se distribuyen las distintas dependencias, principalmente oficinas pero también bar, restaurantes públicos y privados, biblioteca, sala de ruedas de prensa, sala de exposiciones, salón de actos y garajes.

Las diferentes dependencias fueron ocupándose progresivamente a partir de octubre de 1992, y en el verano de 1995, coincidiendo con el centenario de la fundación del PNV, concluyó la segunda fase de las obras. (Wikipedia)

Santa María Josefa Sancho de Guerra

Estamos ante la primera vasca que ha sido elevada a los altares y cuya labor principal la desarrolló en Bilbao.

Nació en 1842 en la ciudad de Vitoria en la calle Herrería n.º 108, tercer vástago en el seno de una familia de modestos artesanos. Su padre era sillero y murió cuando ella era niña. Vivió durante unos años en casa de unos familiares en Madrid. A los 18 sintió la vocación religiosa y finalmente ingresó como monja en el Instituto de las Siervas de María, tomando el nombre religioso de María Josefa del Corazón de María.

En 1871 funda en Bilbao, junto con otras compañeras que habían salido del Instituto de las Siervas de María, el Instituto de las Siervas de Jesús, del que sería superiora durante los 41 años siguientes. Esta nueva institución tenía como finalidad la asistencia a los enfermos en los hospitales y en sus domicilios, de los ancianos, los niños y los desamparados. El 1880 se estableció en la calle Correría, para trasladarse en 1895 al edificio actual. La primera casa dedicada a la asistencia domiciliaria y hospitalaria para enfermos la abrió en Bilbao en 1871. En 1892 abrió una guardería pionera en Tolosa (Guipúzcoa) además de otras 39 casas más en otros lugares.

La institución fue creciendo desde su primera casa abierta en Bilbao en 1871, de tal forma que cuando María Josefa falleció en 1912 eran 43 las casas fundadas y un millar las religiosas de la institución. Hoy en día se halla extendida a 16 países y posee casi 100 casas repartidas por Europa, América y Filipinas.

La causa de canonización de María Josefa Sancho comenzó en 1951, siendo declarada beata en 1992. En el año 2000, el Papa Juan Pablo II la declaró finalmente santa.​ (Wikipedia)

Las huellas de la Santa en la villa son

Plaza

En el barrio de San Ignacio

Iglesia de Santa María Josefa

La parroquia Santa María Josefa de Miribilla no es sólo la iglesia de construcción más reciente en Bilbao, sino también un edificio de gran interés arquitectónico. Proyectado por el estudio IMB, se caracteriza por su rotundo estilo moderno. Entre otras cosas, dispone de un prisma de vidrio que forma un mosaico que capta y distribuye la luz natural, representando una vidriera tradicional en versión tridimensional.

Estatua

Panteón

En el cementerio de Derio hay una tumba donde repasaron sus restos de los años 1912 al 1926. Hoy se veneran los restos en la casa madre en Bilbao

Anselma de Salces

De esas cosas que por repetidas se hacen cuasi verdades es la creencia popular de que la única persona con dos calles en Bilbao es Casilda Iturrizar (Parque de Dª Casilda y la calle Viuda de Epalza) cuando no es cierto. Nuestra protagonista también tiene dos calles.

De Anselma de Salces sabemos cosas pero hay muchas lagunas. Por ejemplo no sabemos su fecha de nacimiento, sólo la de su muerte en mil ochocientos ochenta y cinco.

Fue una mujer oriunda de Bilbao y estuvo casada con un señor que se llamó Rafael Minio. Se fue a vivir a la ciudad de Murcia y la cuestión es que testó a favor del Ayuntamiento de Bilbao con la misiva de que se establecieran unas bolsas de estudio que con­sistían en tres pensiones anuales. Esas bolsas de estudio sirvieron para dar una dotación anual a artistas pero también favorecía a jóvenes muchachas pobres para ayudarlas a prosperar en los oficios para los que demostraban actitudes.

Llama la atención los requisitos que ponía para dar las ayudas económicas especialmente a las destinadas a las mujeres. Sobre este asunto se ha encontrado concretamente un expediente de mil novecientos treinta que dice claramente que era para jóvenes naturales de Bilbao comprendidas entre los dieciséis y los veintidós años, solteras, pobres, de buena conducta, que sepan leer, escribir, cantar, planchar, coser a mano y hablar vascuence y que se preferirían las que en cualquier grado de parentesco tuvieran esa relación familiar con ella, o sea, que si tenían alguno de sus apellidos tenían también prioridad a las de los artistas

La dotaciones de las bolsas de estudios eran, al parecer, de setecientos cincuenta pesetas pero para las para mujeres eran mil quinientas, el doble.

Las ayudas que Anselma de Salces dejó ordenadas para los y las artistas de Bilbao coinciden con un momento histórico importante para el arte en la capital vizcaína.

La huellas en la villa

Estrada Anselma de Salces

Data del año 1940

Calle Anselma de Salces

Data del año 1943

Miguel de Unamuno

Miguel de Unamuno y Jugo (Bilbao 29/9/1864 – Salamanca 31/12/1936) fue un escritor y filósofo, integrante de la llamada “Generación del 98”, que cultivó gran variedad de géneros literarios. Nació en la calle Ronda del Casco Viejo. Estudió Filosofía y Letras en Madrid, y se doctoró con una tesis sobre la lengua vasca. En 1901 es nombrado Rector de esta Universidad. En 1914 el ministro de Instrucción Pública lo destituye del rectorado por razones políticas. En 1920 es elegido por sus compañeros decano de la Facultad de Filosofía y Letras. En 1921 es nombrado vicerrector. Sus constantes ataques al rey y al dictador Primo de Rivera hacen que éste lo destituya nuevamente y lo destierre a Fuerteventura en febrero de 1924. El 9 de julio es indultado, pero él se destierra voluntariamente a Francia; primero a París y, al poco tiempo, a Hendaia, hasta el año 1930, año en el que cae el régimen de Primo de Rivera. La República le repone en el cargo de Rector de la Universidad salmantina. Se presenta a las elecciones a Cortes y es elegido diputado como independiente por la candidatura de la conjunción republicano-socialista en Salamanca. En 1935 es nombrado ciudadano de honor de la República. Al iniciarse la guerra civil, apoyó inicialmente a los rebeldes, pero se arrepintió públicamente de su apoyo a la sublevación durante el acto de apertura del curso académico (que coincidía con la celebración de la Fiesta de la Raza), el 12 de octubre de 1936, en el Paraninfo de la Universidad. Los últimos días de vida (de octubre a diciembre de 1936) los pasó bajo arresto domiciliario en su casa. Murió en su domicilio de Salamanca el 31 de diciembre de 1936. (Texto de Bilbao Izan) Actualmente se plantean dudas sobre las causas de su fallecimiento.

La figura de Unamuno ha sido siempre controvertida en nuestra villa. Sus posturas antinacionalistas le han granjeado el desprecio de los más radicales de la izquierda abertzale al tiempo que grandes nacionalistas, como el alcalde Iñaki Azkuna, han sido los más firmes valedores de su figura.

La historia de la huella de su figura en la villa es reflejo de esa dualidad como se puede leer en esta reseña de su

Escultura 1

En la Plaza de Unamuno, en pleno Casco Viejo y próxima a su casa natal, se ubica una escultura de la cabeza de Miguel Unamuno (1864-1936), obra realizada por el escultor Victorio Macho (1887-1966), gran admirador de la generación del 98. La escultura se alza sobre una columna corintia diseñada por el arquitecto Ramón Lecea (1940-1986) en el año 1984.

Tras realizar las esculturas de otros grandes del 98 como Baroja, Cajal, Galdós y Valle –Inclán, Victorio Macho visitó a Miguel Unamuno en su destierro en Hendaya en noviembre de 1929 para hacerle una escultura. El escritor aceptó la petición y Macho realizó un busto que se ubicó en una hornacina en el Palacio de Anaya (Salamanca) en el año 1934 y como homenaje a Unamuno tras ser restituido en el cargo de Rector de la Universidad de Salamanca. El Ayuntamiento solicitó a Macho una cabeza de Unamuno, réplica de la de ese busto de Salamanca. La cabeza, modelada al estilo cubista, consigue reflejar tanto el físico como la peculiar personalidad del gran escritor y filósofo bilbaíno. La cabeza está realizada en bronce y tiene unas medidas de 48x31x35 centímetros.

No se conoce con certeza la fecha de su realización, pero sí son conocidas las vicisitudes por las que ha pasado esta escultura a lo largo de los años. En 1936, la escultura fue retirada del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Bilbao al serle retirados los honores concedidos al escritor, siendo arrojada a la ría. Un tiempo más tarde fue recuperada de las aguas y, aunque en 1964 hubo un intento de colocarla en la antedicha plaza, la escultura terminó en el Museo de Bellas Artes.

En 1984, el 29 de setiembre, se llevó a cabo el proyecto de 1964 y se inauguró en la Plaza de Unamuno un monumento a Miguel de Unamuno con motivo del 120 aniversario de su nacimiento. En 1999 la cabeza de Unamuno fue robada de nuevo, solicitando entonces el Ayuntamiento dos réplicas, una para ser restituida a su lugar y otra para el Museo de Bellas Artes. El 19 de enero del 2000 se localizó la cabeza robada en la Ría y se trasladó al despacho del alcalde de Bilbao. (texto de Ana Prado en Bilbaopedia)

Probablemente la altura se ideó para protegerla, que como ya hemos señalado, es personaje controvertido entre sus paisanos, lo que no evitó que el 7 de junio de 1999 y tras un acto político de Euskal Herritarrok desapareciera y no se volviera a saber nada de ella hasta que nueve meses después se encontrara en la Ría, en la Ría tenía que ser, dentro de una maleta y, por suerte, encajonada entre unas rocas que evitaron que fueran arrastrada al mar. No era la primera vez que se recuperaba de la ría, pues allí apareció también tras la toma de la ciudad por los franquistas en 1938.

Actualmente en la columna se exhibe una réplica adquirida por el Ayuntamiento para la ocasión, mientras que la original, posteriormente encontrada y que muestra las secuelas de la larga inmersión,  se encuentra en el despacho del alcalde, Iñaki Azkuna, unamuniano confeso.

«Se la pasaban unos a otros como si fuera una pelota de rugby», comparó entonces un testigo del robo. Simpatizantes de la izquierda abertzale, que nunca llegaron a ser identificados, arrancaron la cabeza de Miguel de Unamuno del pedestal en el que había sido colocada en 1984 en la plaza que lleva su nombre, en pleno Casco Viejo bilbaíno. El mezquino secuestro se perpetró sobre las ocho de la tarde del 7 de junio de 1999 al término de un homenaje a Txabi Etxebarrieta, primer etarra fallecido en enfrentamiento con la Guardia Civil, en un aniversario de su muerte.

Según reflejó entonces el atestado de la Ertzaintza, varios jóvenes se encaramaron al andamio utilizado por los oradores en el mitin, treparon por la columna, de unos tres metros de altura, hasta la efigie en bronce del más universal de los escritores bilbaínos, y con la ayuda de una llave inglesa la desatornillaron. «Les costó, tardaron más de diez minutos en soltarla», explicó una mujer que presenció el incidente. Al acto asistieron cerca de medio centenar de personas, entre ellas algunos cargos electos. Uno se la pasó a otro y así hasta que uno de los ladrones la ocultó en una caja de cartón. Después, los captores salieron corriendo en dirección hacia la calle Ronda y allí se les perdió la pista.

El suceso generó una ola de indignación en la sociedad bilbaína. «Unamuno ganó la catedra de griego en la Universidad de Salamanca en 1891. Por eso, su cabeza se sostenía sobre una columna corintia que nos recordaba que no estamos ni estaremos a su altura. Él se salía de lo vulgar y lo cotidiano. Un acto así es una vergüenza, la negación de la cultura». Marivi Zabaleta, directora de la fundación Bilbao 700 y viuda del artista que diseñó la columna sobre la que se erigía la imagen, resumió así el sentir de muchos ciudadanos. Sus detractores no le perdonan sus malos augurios sobre el euskera ni sus críticas al nacionalismo. Antes de este sabotaje, la escultura ya había sido objeto de pintadas con la palabra «españolazo». El Ayuntamiento encargó dos réplicas de la cabeza de Unamuno y casi un año después del robo, Unamuno recuperó su cabeza. La investigación de los especialistas de la Policía Municipal permitió descubrir dónde se encontraba la original. Reposaba en el fondo de la ría. Justo 48 ocho horas después, la pieza robada fue recuperada entre el lodo que dejaba al aire la bajamar, junto al puente de San Antón. Allí la habían arrojado los ladrones dentro de una maleta tras tenerla escondida en un piso. El busto, con los desconchones provocados por la humedad, quedó instalado en la casa consistorial como recuerdo de un ejemplo de intolerancia.

Plaza

Unamuno fue nombrado en 1934 «Hijo Predilecto» de la villa. Anteriormente, se le había impuesto su nombre a una calle de Bilbao, pero al estallar la Guerra Civil de 1936, se manifestó en favor de la Junta de Defensa Nacional, y por ello, en septiembre de 1936, el Ayuntamiento le retiró el nombramiento de hijo predilecto y la calle con su nombre.

Inicialmente se conoció esta plaza como Plazuela de la Cruz, debido a que estaba muy próxima al gran convento del Triunfo de la Santa Cruz, cuya construcción se realizó en 1560. Posteriormente también contó con una iglesia, construida en 1586, la iglesia, obra de Juan de la Serna. 

En el solar incautado a las monjas franciscanas donde estaba el Colegio de la Cruz, se construyó en 1841, el Colegio Ge­neral de Vizcaya, transformado más tarde, 1847, en el Instituto Vizcaino de Segunda Enseñanza de Bilbao que cerró sus puertas en 1929. 

Al espacio que dejaba la fachada principal entre las Calzadas y la calle de La Cruz se conoció como Plazuela del Instituto.

El 11 de marzo de 1925 el Gobierno de la dictadura de Primo de Rivera, autorizó, a petición de la sociedad «El Sitio», que la plazuela del Instituto fuera llamada Plaza de los Auxiliares, en recuerdo de los valientes bilbaínos liberales que, en la guerra carlista de 1873, se organizaron en «Com­pañías de Auxiliares» para defender la villa del asedio, hasta que el general Concha entró el 2 de mayo de 1874 en Bilbao poniendo fin a tan angustiosa situación.

El Ayuntamiento, en sesión del 5 de agosto de 1937, le cambió el nombre por Brigadas de Navarra, en recuerdo de la 63 División del ejército franquista, que tomó Bilbao el 19 de junio de 1937. Su denominación aludía al origen de su formación, ya que inicialmente, a principios de 1937, se había constituido a partir de los tercios de voluntarios requetés navarros. Posteriormente se amplió con batallones regulares de diversos regimientos, hasta un total de 35.000 hombres, cifra con la que contaban cuando se lanzaron contra Vizcaya. Con este nombre permaneció hasta el 7 de agosto de 1980, cuando recibió el nombre de este insigne escritor (Texto de Javier González Oliver en Bilbaopedia)

Escultura 2

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, ha descubierto una nueva escultura en recuerdo del escritor y filósofo nacido en esta ciudad en 1864 Miguel de Unamuno, según ha informado el Consistorio en una nota.

La escultura es una cabeza-retrato escultórica en bronce elaborada por el artista bilbaíno Luis Larrinaga, apoyada sobre una pilastra de piedra arenisca.

La pieza se ha ubicado en el barrio de Deusto, adonde Unamuno iba durante los veranos de su niñez «a una casa de campo» propiedad de su abuela, según reza la placa colocada en la pilastra, que recoge una frase del propio Unamuno publicada en su obra «Recuerdos de mi niñez y mocedad».

La escultura, con una altura total de 2,80 metros y un peso aproximado de 1.000 kilos, se ha colocado en la avenida Lehendakari Aguirre, en los jardines existentes entre el Centro Municipal de Distrito de Bidarte y la Comisaría de la Ertzaintza.

Ésta no es la primera escultura que Bilbao dedica al pensador, puesto que existe otra en el Casco Viejo, en la plaza que lleva el nombre del escritor. (Texto de «El Mundo»)

Placa

Ronda 16

En la calle Ronda nº 16 donde nació. El portal es lugar habitual de vandalismos con grafitis que deslucen el recuerdo de Unamuno. Solo hubo un grafiti que fie considerado «adecuado» con la cara del personaje pero que fue efímero.

Placa 2

La Cruz

En la calle La Cruz donde vivió

Busto

Biblioteca de Bidebarrieta

Es éste un Unamuno blanco como de enlucido y de nuevo únicamente luciendo cabeza, que parecen tener querencia los escultores por decapitar a nuestro hombre. Se encuentra en el rellano de la escalera de la Biblioteca de Bidebarrieta, situada en el nº 4 de la calle de su nombre. Este edificio albergó la sede de la sociedad liberal “El Sitio”, nombre que hace referencia a las guerras carlistas, y en la que nuestro pensador dio varias conferencias, como la pronunciada en 1908 y titulada “La conciencia liberal y española en Bilbao” (¡nada menos!) que levantó auténticas ampollas.

Aquí su cabeza nos contempla no ya desde columna sino desde rellano pero igual de inalcanzable, ya que está protegida por estructura de metacrilato. La pieza la firma el escultor Luis Larrinaga y,  realizada en  escayola,  sirvió al artista en 2005 como molde para hacer un vaciado del bronce instalado ese año en el barrio bilbaino de  Deusto.

Figura

Salón de actos de la Biblioteca de Bidebarrieta

Se trata de un muñecote que se encuentra en el Salón de Actos del primer piso, salón que al igual que el resto del edificio merece visita por sí mismo. Esta figura a tamaño natural presidió desde el escenario el simposio “Unamuno y los vascos del 98” celebrado en esta Biblioteca en 1998 y que ahora, instalado en el palco izquierdo nos observa con sorna, sentado y vestido de negro riguroso, espectador único en una grada de acceso prohibido a los visitantes y sonriendo quizás ante tanto trajín de cabezas.

Instituto Miguel de Unamuno

El Instituto de Enseñanza Secundaria Miguel de Unamuno es el instituto histórico de Bilbao, en donde se han formado muchísimos bilbaínos y vizcaínos desde 1847, año en que nació en el Casco Viejo con el nombre de “Instituto Vizcaino de Primera Enseñanza”. Era “El Insti”, y más tarde, cuando fueron creándose otros, “El Central”, algo así como el instituto por antonomasia de Bilbao.

Han estudiado en él muchos que llegaron a ser personalidades ilustres en diferentes áreas del saber y de la vida social y política. Permítasenos citar sólo a Miguel de Unamuno, con cuyo nombre se honra el propio Instituto en la actualidad.

El Instituto de Enseñanza Secundaria Miguel de Unamuno se localiza en el nº 1 de la calle Licenciado Poza, en el Ensanche de Bilbao, del distrito de Abando, y oferta Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato.

Comparte manzana con el Instituto Martín de Bertendona y la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales.

El primer instituto abrió sus puertas en 1847 en el Casco Viejo bajo el nombre de Instituto Vizcaíno de Primera Enseñanza. En 1924, y tras las anexiones de Deusto y Begoña y el crecimiento de la población de Bilbao, era cada vez más patente la necesidad de todo tipo de equipamiento tanto en el Ensanche como en los barrios de la ciudad. La Caja de Ahorros Vizcaína y el Monte de Piedad Municipal de Bilbao fueron quiénes pusieron en marcha el proyecto de construir un Instituto de Segunda Enseñanza y una Escuela Superior de Comercio en la zona del Ensanche.

En 1927 se construyó un monumental edificio de líneas clásicas y estilo eclecticista diseñado por los arquitectos bilbaínos Ricardo de Bastida (1878-1953) y Diego de Basterra (1883-1959). Ambos se inspiraron en los Gymnasium alemanes y las escuelas secundarias suizas para crear un moderno y bien equipado edificio: contaba con aulas de Caligrafía y Dibujo, salas de estudio y un Museo de Historia Natural, entre otras dependencias.

Con planta en forma de U, el instituto se ubicó en el área de la calle Licenciado Poza; mientras la Escuela de Comercio se ubicó en el flanco lindante con la calle Elcano. En la esquina del edificio con las calles Bertendona y Licenciada Poza, se ubica una estatua de una diosa Minerva, diosa de la sabiduría, realizada por Higinio de Basterra (1876-1957).

El edificio se inauguró el 1 de Octubre de 1927. En 1931 se propuso a la Diputación cambiar el nombre del instituto, entonces llamado Instituto Provincial Alfonso XIII, por el de Liceo de Unamuno. Adaptándose a la ampliación y reforma de la enseñanza secundaria llevada a cabo por la República, el centro pasó a denominarse Instituto Nacional de Enseñanza Secundaria Miguel de Unamuno en el año 1934. (Texto de Ana Prado en Bilbaopedia)

Parking Miguel de Unamuno

El parking situado bajo el Instituto lleva también el nombre de Miguel de Unamuno

La Pajarita

En el patio del Instituto Miguel de Unamuno se encuentra esta obra de Francisco Javier Sauras Viñuales del año 1978. El motivo es una figura de papiroflexia en homenaje a Unamuno ya que el escritor era muy aficionado a la misma

Colegio Mayor

Ubicado en el barrio de San Ignacio en la calle Lehendakari Aguirre 140

Escultura 3

El busto fue encontrado durante una limpieza que se llevó a cabo en los almacenes de mantenimiento, en los bajos del Aula Magna del Campus de Bizkaia. Esta figura es una réplica fiel de otra que está ubicada junto a la Biblioteca Central de la UPV, en el Área Leioa-Erandio. La obra original, realizada en hormigón armado y vibrado, fue colocada en 1973. Inaugurada en el Colegio mayor en 2011. Autor Javier Sauras Viñuales

Premios Ensayo Miguel de Unamuno

El Ayuntamiento de Bilbao convoca el Premio de Ensayo Miguel de Unamuno, que celebró su primera edición en 1999 para así homenajear al escritor, pensador y filósofo bilbaino.

Miguel de Unamunoren Eguna

Se celebra los 29 de septiembre en conmemoración del nacimiento de escritor con actos y conferencias en la Biblioteca de Bidebarrieta.