Café La Granja

El Café La Granja estuvo situado en el centro neurálgico de Bilbao, con su fachada principal hacia la plaza Circular y con conexión a la calle Ledesma. Fue inaugurado el 31 de julio de 1926, festividad de San Ignacio, patrón de Bizkaia, por la familia Lozano.

Fue construido al estilo de los «grandes cafés franceses», con entrada a dos calles. Dispuso de 325 metros cuadrados de planta y sus techos de 4,40 de alto le dieron la amplitud y diafanidad de espacio características, a la que contribuyó la elegante sencillez de su larga barra de madera tallada, sus columnas de hierro forjado y las lámparas art nouveau (procedentes de la remodelación del teatro sevillano Lope de Vega).​

El legendario establecimiento, vigente durante 90 años, cerró definitivamente el 8 de febrero de 2017 al vender Helvetia Seguros el edificio de la Plaza Circular en el que se ubicó a un fondo inversor por 7, 5 millones.​

El edificio, obra del arquitecto bilbaíno Severino Achúcarro, de cerca de 3.000 metros cuadrados de superficie distribuida en ocho plantas, siete de ellas sobre rasante, y construido en 1891, fue adquirido, tras quedar vacío en 2017, para reconvertirlo en un establecimiento hotelero por sus nuevos propietarios.

Obra del arquitecto bilbaíno Severiano Achucarro, el histórico edificio cuenta con un elevado nivel de protección, lo que obliga a mantener intacta la fachada y respetar la mayoría de sus elementos arquitectónicos.

Inicialmente fue concebido para uso residencial pero, posteriormente, fue objeto de varias modificaciones, una de las cuales, la realizada en 1931 por Ricardo Bastida, transformó sus espacios para acoger oficinas.

En 1991, José Ángel Zabala modificó los dos levantes lo que le dio el perfil que presenta el edificio en la actualidad.

Café Iruña

Situado frente a los Jardines de Albia, próximo a la calle Ledesma y con doble acceso desde las mencionadas calles Berastegui y Colón de Larreátegui, fue inaugurado el 7 de julio de 1903 por el promotor navarro Severo Unzue Donamaría.

Llama la atención por la original distribución de sus 300 metros cuadrados de planta, subdivididos en diferentes espacios en los que destaca la calidad de sus azulejos y la decoración de inspiración mudéjar, con techos policromados y una abundante colección de pinturas murales, recientemente restauradas.​

El arquitecto que lo decoró, Joaquín Rucoba, fue quien también decoró el Salón árabe del Ayuntamiento de Bilbao.

En 1980 toma las riendas el empresario Iñaki Aseguinolaza y lo somete a una restauración. Fallece en el año 1993 y se hacen cargo su esposa y su hijo Gaizka que continua al frente como Grupo Iruña.

Fue el primer café de la España donde se pinchó un barril (de madera) de cerveza con serpentín enfriado con barras de hielo que se traían de los neveros del Gorbea y donde se presentó la Coca Cola en la ciudad.

El Café Iruña ha sido testigo de centenares de acontecimientos políticos, sociales y culturales, así como lugar de encuentro de prestigiosos poetas y escritores vascos, como Pío Baroja, Miguel de Unamuno e Indalecio Prieto.

En 2020 el café fue sometido a un proceso de restauración manteniendo la «esencia de 1903» y reabriendo el 8 de septiembre tras una profunda reforma.​

Tiene dos galardones de importancia:

  • Fue declarado Monumento singular en 1980.
  • Y obtuvo el Premio Especial al Mejor Café de España 2000, por la «Café Crème Guide to the Cafés of Europe» editada en Londres bajo la supervisión de Roy Ackerman.

Café El Abra

El grupo Iparcoffee tiene su origen en una empresa tostadora familiar perteneciente al Grupo Santamaría Ibarra, que se fundó en 1958 en Bilbao (Vizcaya) por José Miguel Santamaría Ipiña.

Los años pasaron y, en la actualidad, el grupo está compuesto además por otras cinco comercializadoras en todo el territorio nacional: Cafés El Abra (Bizkaia y Araba), Betiko Kafea (Gipuzkoa), Cafés Cantabria (Cantabria), Cafés A&S (Aragón) y Cafés Conti (Galicia).

Cafés El Abra quiere facilitar el uso y consumo de sus productos a las personas ciegas. Para ello ha contado con la colaboración y asesoramiento de la ONCE para etiquetar los envases de sus cafés en capsulas en braille, lo que posibilitará que éstos puedan leer las características y el origen de los diferentes cafés de la empresa vizcaína y potenciar así su autonomía personal. Con esta iniciativa, Cafés El Abra se convierte en la primera marca cafetera en España en etiquetar sus productos en cápsulas en braille.

En el año 2019 El grupo asturiano Cafento ha adquirido Iparcoffee, firma vizcaína propietaria de marcas como El Abra, Conti o Apassionate, en una operación que se cerró en septiembre y que supone un paso más en la concentración del sector cafetero en España, dado que tanto la compradora como su nueva filial han protagonizado en los últimos años importantes crecimientos.

Café Boulevard

La historia del Café Boulevard tiene varias etapas diferentes

Con el nombre de Café Suizo se inauguro a principios del siglo XIX por Francisco Matossi y Pedro Franconi, ambos de origen suizo, fundan un local cuya entrada era por la  calle Correo.

1871. Se funda el Boulevard como una sucursal del Café Suizo en los bajos del Hotel Inglaterra (solar que acogió la sede Ipar Kutxa y hoy es el Hotel NYX).

1876. El local pasa a ser regentado por Lucía Yarza. Sus hijos, Pascual y Paco, regentarán el café durante los años de la Primera Guerra Mundial, la República y la Guerra Civil.

El 26 de mayo de 1891. Miguel de Unamuno escribe y describe en «El Nervión» de manera impecable el ambiente que se respiraba en las inmediaciones del café y la presencia de gentes diversas que se registraba: “Allí, en el Boulevard, corredores, negociantes, indianos de hilo negro y de hilo blanco; en días de partido de pelota, jugadores y aficionados, mejor dicho, jugador y jugadores, y todos los días vagos que se encuentran porque se citan y otros que no se citan porque se encuentran Allí se cierran negocios, apuestas inclusive y si se dan alguna vez de palos lindamente dos caballeros, es seguro que irían a molerse las costillas al Boulevard”.

El Café disponía de una agradable decoración art-deco de 1929. Tiene una gran riqueza ornamental, a base de pan de oro, estucos, mármoles, unas magníficas vidrieras plomadas realizadas por Luis Lertxundi (Vidrieras de Arte, S.A.), alabastros y bronces de factura original, probablemente adquiridos al término de la Exposición Universal de París del año 1926 y dos pequeños frescos del pintor bilbaíno, Manuel Losada.


Muchas fueron las tertulias que ha albergado el Café Boulevard a lo largo de su historia y eran clientes habituales Miguel de Unamuno, Roberto Capa, José Ortega y Gasset o Vicente Blasco Ibáñez (en este local gestó parte de su novela “El intruso”),

1979. El Café Boulevard declara la suspensión de pagos y cierra sus puertas durante diez años.

En 1989. El local, que ha sufrido con la persiana bajada las inundaciones de agosto de 1983 y un incendio que destruyó el artesonado de la primera planta y algunas vidrieras, reabre sus puertas. Iñaki Aseguinolaza, nuevo propietario, encarga la rehabilitación al arquitecto Juan Carlos Martínez Górriz. 

2006. El Boulevard vuelve a cerrar tras no alcanzarse un acuerdo entre sus gestores y la inmobiliaria propietaria del edificio. La comparsa Moskotarrak recoge 15.000 firmas contra su cierre. La premio Nobel de Literatura austriaca Elfriede Jelinek se suma a las muestras de apoyo con una carta suscrita por más de 3.000 vieneses

2010. El día 24 de marzo se celebra la reinauguración social del café, con la actuación musical de Mikel Erentxun, y el 25 la reapertura al público, que con fidelidad acude pese al justito servicio que ofrecía una plantilla desmotivada por una clara falta de dirección. La reforma de todo el edificio corrió a cargo de la promotora Suquía. La conservación del Café ha sido posible gracias al empeño ciudadano y a la iniciativa de la empresa municipal Surbisa que decidió modificar antes del cierre del local su nivel de protección, para dificultar lo que muchos anunciaban, la conversión del establecimiento en otro tipo de negocio

El local solo se mantiene abierto poco más de 2 años y cierra en el 2012.

2013. El 23 de julio se reabre el negocio pero con un nuevo nombre. Ya no es el Boulevard sino que se llama el «Gran Café El Mercante». Los nuevos gestores son el grupo hostelero bilbaino Gozatu. La aventura dura hasta el año 2018 y desde entonces el local permanece cerrado.

Imágenes anteriores al año 2010

Tras la remodelación del año 2010

Gran Café El Mercante