Fuente de la Catedral

La Fuente de Paret se ubica en el Casco Histórico de Bilbao, en la Plaza de Santiago. Debe su denominación al tracista que, en 1785, la diseñó: Luis Paret y Alcázar. Fue ejecutada la obra por Ignacio de Arramendi y José Ballerna. Se trata de una obra neoclásica de tipología monumental, que fue construida sobre un pilar de planta cruciforme labrado en jaspe de Ereño. Dicho pilar presenta cuatro caras cubiertas con placas de mármol blanco, donde se ubican tanto las inscripciones como los surtidores de agua. Sus ángulos imitan sillares almohadillados y se retranquean levemente. Sobre una cornisa recta de remate, descansan varios escalonamientos que dirigen nuestra mirada hacia la cúspide, lugar reservado para el jarrón decorativo. La pila, por su parte, exagera el sentido cruciforme de la fuente y está constituida por diferentes molduras en talud inverso. Como elementos decorativos destacan las guirnaldas de bronce de las placas. (Texto de Patrimonio cultural Ondarea)

Seguramente, casi todos nos habremos quejado alguna vez de lo incómodo que resulta intentar beber agua en la fuente de la Plazuela de Santiago. La razón es que la fuente es del Siglo XVIII y estaba pensada para ser utilizada de una forma bastante diferente a los usos y costumbres actuales.

Por un lado, como resulta evidente, los grifos no son de aquella época. Seguramente, en aquellos tiempos, los caños verterían agua continuamente, sin mecanismo de cierre, y el agua brotaría horizontalmente y no en vertical como en la actualidad, por lo que los chorros quedarían más cerca del alcance de los usuarios. Y, por otro lado, la base no estaba rellena de hormigón como ahora, sino que en la concha se recogía el agua aportada por los caños, de forma y manera que las caballerías, tan abundantes en el Bilbao eminentemente comercial de aquella época, pudieran allí aplacar su sed, ya que, por aquel entonces, eran el único medio de transporte conocido.

Delineadas por Luis Paret y Alcázar y trabajadas en “ jaspe blanco” de Azpeitia, fueron labradas por Ignacio de Arzamendi y los adornos de bronce los fundió José Ballema.

Cuadrangular y exenta, situada en mitad de la plazuela de Santiago, constituye un hito urbano del propio espacio en el que se sitúa. Su equilibrada composición se culmina en un bello jarrón con adornos de bronce. (Texto de Elías Más en el periódico Bilbao)

Fuente de Ascao

Situada en la calle Iturribide.

La zona se conocía por el barrio de Askao y también se aplicaba a la fuente que hay en esta calle, construida en 1728 por el maestro cantero Juan Bautista de Ibarra y restaurada en 1894. Estaba enmarcada por un frontis neoclásico en mármol rosa de las canteras de Ereño, dotada de pilón y tres caños.

La fecha grabada con el año 1894 corresponde a otra restauración efectuada, entonces, sobre la fuente nueva y pública construida en 1728, en lugar de otra procedente, por el maestro cantero Juan Bautista de Ibarra, el cual, dicen los documentos, que labró «una pilastra con atributos»

Por consiguiente, y desde tiempo inmemorial, existe esa fuente que ha motivado el nombre de esta calle, cuando todavía no existía ésta como vía urbana, sino tan sólo un camino: el camino de la fuente (Iturribide); fuente que tenía un nombre propio y era el de Fuente de Ascao, de modo que «el camino de la fuente de Ascao» fue la verdadera expresión secular aplicada a este paraje, cuya urbanización motivó algunos cambios topográficos y toponímicos. En principio, toda la ladera, desde la Sendeja hasta la calle de la Ronda , era la zona conocida como «Ascao», que hace referencia precisamente a esa naturaleza peñascosa, de la que brotaban arroyos y manantiales, uno de los cuales fue la denominada Fuente de Ascao, adonde los vecinos de la villa acudían a abastecerse de agua potable, ya que no abundaban los chorros naturales de ella, en el pequeño cuerpo jurisdiccional de Bilbao, donde lo abundante era el agua salada de la Ría, mezclada con la dulce del Nervión. (Manuel Basas en el periódico Bilbao)

Fuente de Atxuri

En 1759 se inició la construcción de un sistema nuevo que llevara no agua del río, sino agua de manantial, desde Ollargan, Abusu y La Peña. Tras muchos contratiempos, fue finalizada la obra que llevaba el agua por medio de tuberías de madera, siguiendo un curso paralelo al de los caños, hasta dos fuentes diseñadas por Luis Paret, y ejecutadas por Ignacio de Arramendi y José Ballerna, instaladas en la “Plaza Vieja” y en Santiago. Incluso dentro de la Plaza Vieja estuvo situada en distintos lugares

En este fragmento ampliado de una fotografía de Charles Monney (1874) la fuente se ve adosada al muro de la bajante del puente.
Fuente de Paret adosada a la fachada Sur de la iglesia de San Antón

Proporcionaban 104.000 litros diarios y tenían un flujo de 100 litros por minuto. Los manantiales que nacían en la Villa, Urazurrutia, Iturburu, Esperanza y Sendeja, proporcionaban 63.000 litros cada 24 horas y la conducción de agua del río a la alberca 15.000.000.

Las dos fuentes de Paret siguieron trayectorias distintas pues la de Santiago permaneció en su sitio, intacta, y la de la Plaza Vieja sufrió importantes daños con motivo de la inundación del 20 de mayo de 1801. Fue reconstruida y a finales del siglo XIX trasladada a la Plaza de los Santos Juanes, junto al Hospital de Atxuri (Texto de Juan Gondra Rezola en Bilbaopedia)

La fuente situada, hoy, en Atxuri, realizada en idéntico material que la de la plaza Santiago y diseñada para estar adosada a un muro, remata en un pequeño grupo escultórico en el que un geniecillo soporta el escudo de la Villa, apoyado, a su vez, en la cornucopia de la abundancia.

En ambas fuentes la referencia grabada es igual y su texto se desarrolla en los siguientes términos:

“Reinando Carlos III la N. Villa de Bilbao por el bien público año de MDCCLXXXV” (Texto de Elías Más en el periódico Bilbao)

Fuente de los 4 elementos

Imagen antigua

Con la Corporación democrática del Alcalde Robles, el arquitecto municipal Ramón Lecea llevó la remodelación de la plaza en 1.984: Como parte de ella se colocó una fuente en el centro de la plaza, dedicada a los cuatro elementos: Sua (Fuego), Lurra (Tierra), Ura (Agua) y Haizea (Aire).

La fuente de Unamuno emanará Kalimotxo el sábado por el día mundial del Vino

En Bilbao somos la ostia, y punto. ¿Qué se celebra este sábado el día mundial del vino? Pues cogemos la fuente de Unamuno, instalamos un sistema hidráulico conectado a unos tanques, y juntamos el vino con cocacola para que directamente de la fuente salga kalimotxo. Así felicitamos al vino, pero honramos como se merece a nuestra bebida, al kalimotxo.

Según fuentes del ayuntamiento, serán cerca de 25.000 los litros de kalimotxo que la fuente de Unamuno emanará durante todo el día. Nos comentan que el néctar de Dioses empezará a salir a partir de las 6 de la mañana: “queremos que los que hayan salido el viernes de fiesta, y aún no hayan ido a casa, puedan tomarse un kali para seguir manteniendo la tajada”. La idea es que dure todo el día y que se termine la madrugada del domingo, pero tal y como afirman , tienen miedo de quedarse cortos “Ya sabemos lo que bebemos en Bilbao” afirman los de Bibaotoday.com (2017)

Fuente del Perro

De la colección ·De Bilbao de toda la vida» de Tomás Ondarra y Jon Uriarte

Muy cerca de la plazuela de Santiago, esta fuente parietal es una opción muy interesante con su pantalla modulada en tres calles de arcadas a la manera egipcia, como sus sendos surtidores de bronce, cabezas de león –no de perro – con sus «nemes» y su pila, trasunto muy estrecho de los sarcófagos romanos de estrígilos.

La fecha de 1800que lleva este inédito elemento, justifica su arqueologismo.

La fuente del Perro. Se trata de un pequeño monumento neoclásico que recibe su nombre actual en los albores del 1800 cuando, tras la renovación de la antigua fuente de los Chorros de San Miguel, se instalan nuevos caños cuyo parecido con la cabeza de un perro es innegable. Desde entonces la gente empezó a llamarla la fuente del Perro y así surgió el nombre que hoy conocemos. Es curioso porque, en realidad, se trata de cabezas de león que pretendían acompañar el conjunto de arcadas de tipo egipcio.

La Fuente del Perro, una pieza, aparentemente menor, plenamente vigente en su uso original, destaca entre las demás por la frescura de su concepción y por lo que entraña como referencia de la arquitectura que surgió del inspirado

Atribuida la autoría a los maestros Juan Bau­tista de Orueta y Miguel de Maruri, la propia descripción de Basas insinúa un reconocimiento inte­lectual más amplio acorde con aquella sociedad vasca de la que emergió la “Bascongada de los Amigos del País”.

Los reputados como posibles autores de la obra: Juan Bautista de Orueta y Miguel de Maruri, fueron técnicos reconocidos en su momento. Técnicos que participaron en numerosas pericias y trabajos para las Instituciones públicas de la Villa y el Señorío.

Juan Bautista de Orueta, significado como maestro arquitecto y perito agrimensor, aparecerá en actuaciones relevantes como el trazado del Camino a Durango, el proyecto del puente de Madera de San Francisco (que al final diseñará el académico Alejo de Miran­da), en informes para la Iglesia de Galdákao… La personalidad de Orueta parece apoyar una cierta credibilidad en relación con la au­toría de la fuente del Perro; pero no hay más que esto y las prevenidas adjudicaciones insinuadas por ” los diferentes autores que han tratado el tema.

Miguel de Maruri, nos ofrece, por otra parte, una más brumosa biografía dicho sea con todas las reservas que la misma escasez de datos confiere al tema.

En cualquier caso, el vanguardismo, para su tiempo, de la fuente del Perro es algo incuestionable. Los ecos de la arquitectura francesa del momento parecen indudables. Autores citan como referencia la obra de Poyet, nosotros añadiríamos la de Sobre, Ledoux e incluso la del inglés Soane.

Hay que señalar, en otro terreno, que la fuente preexistente en el lugar, se llamaba de los “Chorros de San Miguel” y que ése era el nombre primitivo de la calle en que se asentaba.

La reforma de la fuente en 1800, dio paso a la nueva cons­trucción, cuyos caños se asimilaron, popularmente, a la imagen de un Perro. Esta percepción popular fue causa del nuevo nombre de la fuente y por extensión, de la calle. (Texto de Elías Más Serra en el periódico Bilbao)


Pastel de Diego Hergueta de 2014
Dibujo de K Toño

El chimbo Edu Garay en colaboración con Gotzone Sáenz de Navarrete ganaron en el año 2008 uno de los premios del concurso de las ‘bilbaínadas’ con una canción dedicada a esta fuente cuya letra dice así:

San Miguel era la calle

En la que estaba la fuente;

Los chorros de San Miguel

Así le llamaba la gente,

Pero en mil ochocientos Miguel Maruri y Orueta

Fue y la cambió por completo,

Sólo quedó la pileta.

Tres arcos de medio punto

Tres caños con tres leones,

Decían que eran tres perros

Casi todos los mirones.

De decirlo los vecinos

Una y otra vez con empeño,

Ahora se llaman los dos La calle y la fuente del ‘Perro’.

¡Viva la Fuente del ‘Perro’!

que aunque agua no he probao,

en el ‘Botxo’ hasta los perros

¡Beben ‘agua de Bilbao’!

Alfabeto Bilbao

De la colección “De Bilbao de toda la vida” de Tomás Ondarra y Jon Uriarte

Diseñada por Alberto Corazón en 2000 para el ayuntamiento de Bilbao, supone un intento de normalización de la llamada “letra vasca”, sintetizando en un solo tipo de letra todas las formas características de este estilo. La intención de este proyecto, impulsado por el ayuntamiento y por BILBAO Ría 2000 era utilizarla en el sistema de señalización urbana de la ciudad, dotándola de un sistema eficaz y claro y, al mismo tiempo, lograr un elemento de identidad urbana.

En la búsqueda del origen y esencia de la letra vasca, Alberto Corazón buceó en los archivos, especialmente en el etnográfico de Bayona, con el objetivo de analizar los tipos de letra empleados desde el siglo XII. Se empezó a utilizar en algunas estelas funerarias gravadas en piedra o en la madera, en muebles populares. Al principio fue conocida como “escritura románica” por ser una interpretación un tanto libre que los ebanistas hicieron del tipo de escritura empleado en las iglesias románicas, y fue evolucionando fijándose los trazos más característicos de este estilo. Al tratarse de una escritura utilizada para inscripciones, tan solo posee los caracteres mayúsculos.

La letra vasca se empezó a utilizar de forma extensa y generalizada en la rotulación comercial a mediados del siglo XX y por eso la respuesta del ayuntamiento, creando esta tipografía sobria y elegante que asume la larga tradición popular del País Vasco ofreciéndola además de modo gratuito y desinteresado.

Como anécdota chirene está la de la Diputación Foral de Álava que, para el cartel de las fiestas de Álava del año 2019, se equivocó y utilizó el alfabeto Bilbao