Ángela Figuera

Ángela Figuera Aymerich nació, en 1902, en Bilbao, el seno de una familia acomodada bilbaína que no aceptó de buen grado que estudiara Filosofía y Letras en Madrid. Después de licenciarse obtuvo plaza en un instituto de Huelva, donde le sorprendió el estallido de la Guerra Civil. Tras la derrota del bando republicano, al que apoyaron tanto ella como su marido, Figuera se trasladó a Soria donde inicia la publicación de su obra literaria en 1948. Desarrolla, por tanto, su labor creativa durante las décadas de la dictadura con más férrea censura.

En 1948, animada por su marido, llevó a imprenta el que fue su primer libro, Mujer de barro, al año siguiente publicaba Soria pura, un homenaje a la melancólica ciudad castellana. Durante los años de la posguerra, Ángela Figuera descubrió la miseria extrema, el hambre, la desolación en que los vencedores habían sumido a los vencidos. Su poesía empezó a tornarse amarga, descreída, urgente. Publicó Vencida por el ángel y, poco después, vieron la luz El grito inútil (1952), Los días duros (1953) y Vísperas de la vida (1953). Belleza cruel, publicado en México en 1958, fue su libro más conocido y apreciado, pero Toco la tierra (1962), dejaba traslucir un cierto cansancio que fue detectado por la crítica. En adelante, tan sólo publicaría algunos poemas sueltos y el libro de relatos Cuentos tontos para niños listos (1980). Tras su muerte, en 1984, después de una larga enfermedad, llegó a las librerías la que fue su última obra, Canciones para todo el año.

Sus huellas en la villa

Placa en su casa natal

Juan de Ajuriaguerra 13

Calle

Premio de Poesía

A partir del año 2021, el Premio de Poesía que otorga el Ayuntamiento, y que hasta ese año era el Premio Blas de Otero, pasa a denominarse Premio de Poesía Blas de Otero/Ángela Figuera

Día conmemorativo

En 2008 el Ayuntamiento institucionalizó un día anual de Ángela Figuera para contribuir a dar a conocer su vida y obra poética, desconocida para el gran público. El Ayuntamiento de Bilbao quiere de esta forma reconocer y recordar a una de las principales poetas vascas, perteneciente al grupo de poetas de la posguerra, la llamada generación del 36, muy marcada por la Guerra Civil y la posterior Guerra Mundial. A la vez, visibiliza a esta bilbaina que, como muchas mujeres de su época, por razones de género quedó relegada dentro su grupo poético al que pertenecía y del cual formaban parte autores vascos como Blas de Otero o Gabriel Celaya.

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