Lo de los cromos es universal. Cada ciudad tiene su punto de intercambio pero para los bilbainos, los cromos están relacionados con la Plaza Nueva. Ese era el punto de intercambio al que yo creo que no ha faltado ni un solo niño bilbaino algún domingo por la mañana. Y no nos engañemos, los padres, algunos, se convertían en auténticos comerciantes, suplantando en ocasiones el protagonismo de los niños.
Yo lo que recuerdo con cariño era preparar la lista de los que te faltaba y la de los «repes» para cambiar
Y los tiempos evolucionan pero se conservan las esencias del coleccionismo de los cromos. Ahora por Twitter
Anda, pues de Bilbao, de dónde va a ser? 