Sociedad Bilbaina

La Primera Guerra Carlista (1833-1839) estaba en sus últimas fases cuando 133 ilustres bilbaínos decidieron fundar un club social similar a los que iban apareciendo en otros países de Europa.

Así, un día de mayo de 1839, los fundadores de la Sociedad Bilbaina se reunieron y nombraron a la primera Comisión Directiva. Las primeras ocupaciones de esta comisión fueron seleccionar un local adecuado para el nuevo club y redactar el primer reglamento por el que se regiría la entidad.

A lo largo de los meses posteriores, la comisión celebró más reuniones, pero, dado que no se extendieron actas, su contenido se desconoce.

En julio de ese mismo año, la entidad volvió a convocar a la Junta General para informar de los progresos realizados en sus proyectos, y presentar la propuesta de reglamento que había redactado la primera Comisión Directiva.

Días más tarde, el 31 de agosto, en Vergara, Espartero y Maroto rubricaban con un abrazo el fin de la primera guerra civil del siglo.

Por fin, el 15 de octubre de 1839, la Junta General se reunió de nuevo y tomó los siguientes acuerdos: aprobar el reglamento; confirmar los nombramientos de la Comisión Directiva y aprobar su gestión; aprobar la elección del local social (que iba a ser su sede durante 75 años) en el primer piso de la casa n.º 5 de la Plaza Nueva; y la designación de la persona encargada del local. Acerca de todas estas cuestiones, se levantó acta, la primera de la historia del club bilbaíno. Se desconoce en qué momento de todo el proceso se decidió poner al club el nombre de Sociedad Bilbaina

El edificio de la Sociedad Bilbaina, hogar de la institución, está calificado por el Gobierno Vasco como Bien Cultural con categoría de Monumento desde el año 2000 (Decreto 208/2000, del 24/10/10). Ahora bien, la sede ya estaba reconocida como Bien de Interés Cultural desde el año 1988.

El edificio, inaugurado el 25 de enero de 1913, es la segunda sede social del club y obra del arquitecto Emiliano Amann Amann, autor del proyecto ganador de los 13 que se presentaron a concurso. En la actualidad, su nieto y también arquitecto, Emiliano Amann Garamendi, continúa con la labor de su antecesor.

1913
Banquete inaugural del edificio de la Sociedad Bilbaína, en enero de 1913 (Revista Novedades)

Tal y como destaca el Gobierno Vasco en el Decreto 208/2000, “la edificación consta de varias plantas, el trazado general es de líneas eclécticas, posee un acceso concebido de forma monumental, tanto por los materiales utilizados como por su diseño, y el interior responde al estilo de arquitectura inglesa de este tipo de clubes. La estilizada escalera de honor en espiral, rematada por una claraboya superior apoyada sobre columnas; el espectacular hall principal, a doble altura; las diferentes salas, que conservan su decoración original; y su valioso mobiliario clásico son algunos de los elementos que confieren singularidad a este monumento”.

Al margen del magnífico edificio de la Sociedad Bilbaina, de gran valor arquitectónico y calificado de Bien Cultural, el patrimonio artístico que ha recopilado la institución desde su fundación en 1839 hasta el día de hoy es amplio, diverso y especialmente significativo.

La Sociedad Bilbaina publicó en 2008 el Catálogo del Patrimonio Artístico de la Sociedad Bilbaina. Esta obra recopila casi 300 objetos con valor artístico entre pinturas, esculturas, obras gráficas y piezas de mobiliario.

La pintura es el apartado que más destaca en la colección del club bilbaíno, ya que entre sus obras se encuentran piezas de Arteta, Guiard, Losada, etc. Ahora bien, el mobiliario de “estilo inglés” original del club no debe menospreciarse y, a día de hoy, se puede encontrar una alfombra, una lámpara y hasta una mesa de ajedrez de la época.

La Sociedad Bilbaina mantiene relaciones de intercambio con más de 200 clubes nacionales y extranjeros, cuyas instalaciones y servicios están a disposición de los socios y socias de Bilbao. (Texto de su web)

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