Felipadas

De la colección «De Bilbao de toda la vida» de Tomás Ondarra y Jon Uriarte

Las felipadas, del bar Alameda de Bilbao, con más de medio siglo de historia, las creó un cliente llamado Felipe Gayo, en el año 1955, que un buen día pidió permiso a Teo, antiguo dueño del Alameda, para pasar al otro lado de la barra y hacer unos pintxos para su cuadrilla. Untó el pan con mahonesa y coloco unas anchoas. Gustaron tanto que al día siguiente hubo que repetirlos, explica Paco García, heredero de la receta de Teo.

El Alameda abrió sus puertas por primera vez el 28 de diciembre de 1954 de la mano de Teo Gómez, fundador del bar. Y Paco García se hizo con las riendas en 1975, con solo 19 años

Al legendario triángulo, Teo le añadió lechuga y unas gotas de picante. La receta se mantuvo sin cambios salvo la única modificación en la receta en 1977: se cambió el pan de molde. Se presenta en dos variedades: picante y no picante

¿Cómo es posible que este sándwich tan sencillo sea único? Cada ingrediente lleva truco: la mahonesa es casera, las anchoas son menos saladas de lo habitual, la parte superior del pan es más delgada que la rebanada inferior y el picante, al estilo de Louisiana, me lo traen de México, explica García. Y aún con todo, sigue haciéndose la misma pregunta: Todos ven cómo los hago, ¿Por qué no me copian?.

En el año 2019, el Alameda cambió de dueño pero conserva la felipadas como pintxo estrella

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