Su nombre era Esperanza García. En torno a su persona siempre ha existido mucha rumorología. Decían que era una millonaria con muchos pisos en la zona de Indautxu.
Pero la realidad era que Esperanza, de origen gallego, trabajó de portera en un edificio de Indautxu. Cuando se jubiló, los vecinos le permitieron seguir viviendo en el piso de la portería que ocupó durante su vida laboral. Falleció el 29 de noviembre 2011
Pero lo que la hizo ser muy conocida en la zona de Indautxu, sobre todo en torno a la calle Licenciado Poza, era su costumbre de abordar a diestro y siniestro siempre con la misma cantinela: “Oiga, me da algo?” El “algo” consistía sobre todo en cigarrillos o dinero. Fumaba sin parar.
Si le dabas, ahí terminaba la cosa, pero si te negabas, provocabas una respuesta llena de adjetivos y retahílas poco entendibles que duraban una eternidad.
Su peculiar aspecto con su cachaba, sus lentes, su falta de dentadura, su cantinela y su cigarro conformaron uno de esos personajes que bien merece una entrada en este blog.
Anda, pues de Bilbao, de dónde va a ser? 
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