Mercado de Santo Tomás

El Mercado de Santo Tomás se celebra en toda Euskadi pero el de Bilbao tiene una importancia capital por su volumen y por el arraigo que tiene en la ciudadanía de la villa.

Es un mercado tradicional vasco que se hace el 21 de diciembre. Excepto en Mondragón que se hace el día 22.

Lo que lo hace tan importante es el tipo de productos que se venden y el ambiente que se vive. Es el mejor día para entender la cultura vasca y disfrutar de su comida y bebidas regionales. Como el talo y la sidra natural.

El mercado de Santo Tomás reúne a un gran número de baserritarras que bajan a la ciudad para vender los excedentes que hayan tenido de su cosecha.

Se venden todo tipo de verduras, dulces artesanales, quesos y animales. Todos ellos traídos de los pueblos vascos.

Pero no es solo un mercado. Hay puestos de comida, música tradicional y hasta es posible disfrutar de bertsolaris o deportes rurales vascos.

Las cifras que se manejan en Bilbao: más de 280 puestos que atraen a 150.000 personas. 

Origen del mercado de Santo Tomás no está del todo claro. Para variar. Hay constancia de algún documento que menciona un mercado en este día ya en el siglo XIV.

Pero lo que sí se sabe con seguridad es que el mercado de Santo Tomás se viene celebrando en Bilbao ininterrumpidamente, al menos, desde mediados del Siglo XIX.

Al principio los puestos se ponían en la Plaza Vieja de Bilbao. La plaza Vieja siempre fue el punto más bullicioso de la Villa. Ahí estaba el puerto de Bilbao, la cercanía del puente de San Antón, la salida de la Iglesia, cerca del lugar de donde se cogían los botes para cruzar la ría. Pero a principio del siglo pasado, el mercado pasa a celebrarse en la Plaza Nueva promovido por Félix Z. Garci-Arceluz.

Hay un escudo, en Cuevas de Ekaiz, homenajeando los esfuerzos de Félix Garci-Arcelus (Klin-Klon)para promover el mercado tradicional. El domingo anterior al mercado, Bilboko Konpartsak y la Academia del Cerdo Txarriduna le rinden homenaje con una ofrenda floral.

El mercado tal y como lo vivimos hoy en día, empieza a celebrarse en el año 1945.

El mercado de Santo Tomás se ha expandido por el Arenal, se hacen concursos, hay música, trajes tradicionales… En conclusión, es un día de fiesta

Pero, ¿por qué se celebra precisamente este día?

1. Depende del año el 21 de diciembre puede que sea el solsticio de invierno. Varía de año en año, pero es en esas fechas. Para la cultura y mitología vasca, los solsticios son muy importantes.

No es de extrañar que esta fecha sea la perfecta para el mercado. El otoño ha terminado y por tanto la cosecha se ha recogido. Los animales se han sacrificado para hacer frente al invierno y la elaboración de vinos y sidras ha finalizado. Ya no queda nada por hacer hasta que llegue la primavera.

Es un buen momento para que la gente del campo baje a la ciudad a vender los excedentes que tengan y conseguir algún contrato de distribución para el año siguiente.

2. El día de Navidad está cerca.

Los caseríos guardaban sus mejores productos para vender este día. La gente de la ciudad iba al mercado para hacer la compra de alimentos de cara a la cena de Navidad. Antes no había frigoríficos para mantener la comida más tiempo como hoy en día.

La frescura, sobre todo para una comida tan importante, se pagaba a más precio.

3. Los baserritarrak pagaban la renta de sus caseríos. Una parte importante de los dueños de las propiedades agrícolas se fueron a vivir a las ciudades atraídos por la modernidad y la era industrial.

La renta debía pagarse en un periodo entre el final de la cosecha y el día de Navidad.

¿Qué mejor momento que hacer todo a la vez? vender los excedentes en un mercado antes de Navidad y pagar la renta. Si se matan 3 pájaros de un tiro mejor.

Y si encima se disfruta de un talo con chorizo y con media botella de sidra después de tirar la otra media al suelo, pues mejor que mejor. (texto de Gaizka Núñez en su blog)

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